Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), anunció este jueves que la institución está reconsiderando su enfoque de política monetaria en torno al empleo y la inflación. La decisión responde a la experiencia inflacionaria de los últimos años y a la posibilidad de que shocks de oferta más frecuentes y persistentes se presenten en el futuro, lo que representa un desafío para la economía y los bancos centrales.
“Puede que estemos entrando en un periodo de shocks de oferta más frecuentes, y potencialmente más persistentes, un reto difícil para la economía y para los bancos centrales”, afirmó Powell durante la apertura de una conferencia de dos días dedicada a revisar la estrategia actual de la Fed.
El enfoque vigente, adoptado en 2020 cuando la economía aún estaba marcada por la pandemia, buscaba un mercado laboral más fuerte y una mayor tolerancia a la inflación tras periodos de debilidad. Sin embargo, Powell destacó que “el entorno económico ha cambiado significativamente desde 2020, y nuestra revisión reflejará nuestra evaluación de esos cambios”.
Entre los posibles ajustes, la Fed considera modificar el lenguaje y los objetivos relacionados con los déficits de empleo y la inflación promedio. Powell indicó que la idea de un rebasamiento moderado de la inflación, que formaba parte de la estrategia original, ha perdido relevancia tras la inflación casi de dos dígitos registrada durante la reapertura económica postpandemia.
A pesar de estos desafíos, Powell reconoció un “aterrizaje suave” en la economía, con una desinflación que hasta ahora no ha provocado daños mayores. La Fed busca ahora una declaración de consenso robusta que permita enfrentar una amplia gama de escenarios económicos futuros.
Esta revisión estratégica de la Fed tendrá un impacto directo en las tasas de interés, la estabilidad económica y el mercado laboral, aspectos clave para inversionistas, empresarios y consumidores en Estados Unidos y globalmente.
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